miércoles, septiembre 27, 2006

Teo en el consulado

Acabo de regresar del Consulado Español en Nueva York. Se supone que todos los españoles de bien y residentes en el extranjero (es decir, no turistas) deben inscribirse en el consulado más cercano. El objetivo "oficial" es poder recibir información electoral y votar, tener un censo medianamente veraz (?) y poder evacuar a la población española en caso de emergencia (después de vivir el apagón en NY ya no descarto nada). Extraoficialmente suele servir para recibir -muy de cuando en cuando- alguna invitación para fiestas españolas en las que suele haber jamón gratis (lo cual, obvio decirlo, es mucho más importante que la asistencia de cualquier famoso).

El consulado está en el piso treinta de un rascacielos bastante lujoso, de ésos que tienen pantallas LCD en los ascensores (ver imagen adjunta) justo enfrente del cirque de Bloomberg y a un par de manzanas del cubo de Apple (o Central Park SE, vaya). Imaginaba yo mi oficina patria medianamente decente, quizás incluso algo lujosa (cuestión de imagen: todos los neoyorkinos vienen aquí para sacar la visa). ¡Pero qué sorpresa! Se abren las puertas del ascensor y al fondo del pasillo aparece una réplica exacta de la oficina de tráfico de Valladolid. El mismo suelo de linóleo, los mismos mostradores horribles, el enorme espacio vacío donde montar el campamento y hacer cola (no había nadie), los bics atados con cadenitas de metal para evitar tentaciones, las paredes con carteles de fiestas regionales olvidadas... y todo esto con vistas de infarto al midtown de Manhattan.

¿Existirá un decreto-ley (o decretazo) que imponga a las oficinas públicas españolas esos suelos desencantados? ¿Quién se dedica a poner cadenitas a los bolígrafos? ¿Cómo los dueños del rascacielos permiten semejante cutrerío? Spain is different.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Anto...
Espero que tu aventura en NewYork sea una exito..ya conoces la ciudad lo cual es una gran ventaja... te escribiré un email (mas personal) me alegro de tener noticias tuyas
Rosa